Friday, July 25, 2008

Proyecto grupal. The beginning


Llegó el tiempo de bañarnos en la piscina de Sil y Ger. Luego lo disfrazamos de reunión del Club del Trueque, pero nadie va a negar la evidencia a estas alturas... Bueno, quizás esta vez podamos hacer una excepción, pues la jornada vivida el domingo pasado nos dio estímulos e ideas para empezar a gestar proyectos. Quizás individuales, quizás colectivos. Quizás proyectos perdidos en un apeadero, pero proyectos a fin de cuentas.

Todo empezó de buena mañana, con ejercicios grupales, que nos ayudaron a conocernos mejor (algunos no habían trabajado nunca juntos) y que aumentaron un poco nuestra confianza. Luego, ejercicios de escritura automática, para acabar con improvisaciones surgidas de la música propuesta por los distintos participantes... Una lluvia de informaciones, que a veces parece que no van a servir, pero que al final se quedan pegadas en algún rincón de nuestras cabezas... hasta que un día, PUF, estallan y empiezan a darnos sorpresas.

Todo surgió de la propuesta de Germán de crear un proyecto grupal. Una propuesta que podía partir de un apeadero cualquiera en el que coinciden, confluyen, muchas vidas, de muchos personajes distintos... Cada uno de estos podía servir para inspirarnos, para proyectar en él nuestra capacidad de creación, nuestra fantasía. Y todos estos caminos vivenciales (también caminos artísticos), que no sabemos hacia donde podrían llevarnos, serían el cuerpo de un proyecto en el que pueden participar todos los socios del Club que lo deseen.

No sé si hemos empezado bien, si realmente ha germinado alguna idea. Pero supongo que estimular la imaginación es algo que siempre viene bien y que resulta provechoso a largo plazo. Lo hacemos tan poco, en general, que creo que es bueno hacer un entrenamiento periódico, constante, concienzudo. Y si encima se trata de artistas, es casi una obligación...

Thursday, July 10, 2008

El porqué de nombre. El porqué del logo

El Apeadero también tiene un logo, como toda buena asociación que se preste. Lo tiene desde hace tiempo, y podríamos decir que la idea original estuvo ligada -casi desde el principio- al nombre que finalmente se escogió para el Club.

¿Por qué El Apeadero? Entre los muchos nombres que se barajaron surgió, con fuerza, el de La Garita, con el significado argentino del término. Después de explicar que aquí el nombre se asociaba a términos más militares que de transporte, acabó por surgir la palabra Apeadero. Y es que lo que se quería transmitir era la idea de punto de encuentro, de lugar a partir del cual se emprende un viaje conjunto, con un destino muchas veces común... Los raíles de tren de nuestro logo, por tanto, no son ningún capricho.